La Coca Cola: fue inventado el 5 de mayo de 1886 por el inventor y
farmacéutico John Pemberton, quien fabricó una especie de jarabe
refrescante con extracto de nuez de cola, azucar, un poco de cafeína y
extractos vegetales cuya composición sigue siendo aun hoy, secreta.
El Preservativo: Existen evidencias del uso de preservativos como medio
higiénico entre los romanos y, con menor certeza, entre los egipcios.
Pero hasta el siglo XVI no se consideran oficialmente inventados.
El reloj: Se cree que los grandes relojes de pesas y ruedas fueron
inventados en Occidente por el monje benedictino Gerberto hacia finales
del siglo X, aunque ya con alguna anterioridad se conocían en el Imperio
bizantino.
Sin embargo, no consta su aplicación en monumentos públicos (salvo en el
interior de los monasterios) hasta los primeros años del siglo XIV.
La aspirina: El 10 de agosto de 1897, el joven investigador y químico
alemán de los laboratorios Bayer, Felix Hoffmann, consiguió la síntesis
del ácido acetilsalicílico, principio activo de la aspirina cuando
buscaba un remedio para aliviar la artritis reumatoide de su padre. Poco
después, Adolf von Bayer inventó la fórmula de la aspirina con el ácido
acetilsalicílico base de todos los analgésicos que se usan hoy.
Tarjeta de Crédito: La tarjeta de crédito fue inventada por Frank
McNamara, quien emitió su tarjeta para 200 clientes para que la pudieran
utilizar en 27 restaurantes de Nueva York, de donde vino la designación
de Diners' Club. En 1958 American Express presentó su versión de una
tarjeta de crédito universal.
El automovil: Fue inventado en Alemania en 1886 por Carl Benz.
La televisión: El estudiante alemán Paul Nipkow desarrolló y patentó el
primer sistema de televisión electromecánico en 1884. El disco de Nipkow
está reconocido como el primer rasterizador de imagen de televisión
ChupaChups: Enric Bernat era un empresario ambicioso. Pero nada hacía
presagiar que, un buen día, a este visionario catalán, hijo de una
familia de confiteros, se le iba a ocurrir una idea que perduraría años y
años, y que iba a lanzar a su empresa a colonizar los mercados del
mundo. Con el fin de evitar que los dulces fueran tan engorrosos, Bernat
pensó que no estaría mal que las bolas azucaradas llevaran un palito
para evitar pringarse al comerlas.
Pero no fue un tenedor sino un rudimentario palito de madera lo que se
unió a los caramelos. Nacía así el Chupa Chups, el dulce que hoy en día
ha adquirido carácter universal. El primero de este tipo fue bautizado
como Chups, y comercializado al precio de una peseta, bastante elevado
para la época.
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